Muy buenos días, en este artículo trataremos un tema fundamental que todos deberíamos conocer, tener en cuenta y aplicar en nuestro día a día: una buena rutina de cuidado facial. A menudo, por falta de tiempo, cansancio, falta de costumbre o simplemente falta de conocimientos, no le damos la importancia que realmente merece y no la llevamos a cabo de manera adecuada y constante.
La piel: nuestra barrera protectora
Probablemente no le demos tanta importancia a nuestra piel, pero lo cierto es que deberíamos hacerlo. Una rutina de cuidado facial adecuada es esencial, ya que la piel es nuestra principal barrera protectora frente a las agresiones externas. Por tanto, ¿por qué no devolverle el favor?
Invierte en los cosméticos adecuados
La clave para mantener la resistencia de nuestra piel radica en tratarla adecuadamente e invertir en los cosméticos adecuados. En este sentido, es fundamental adoptar una rutina diaria de limpieza de cutis en casa, para eliminar las células muertas, devolverle vitalidad, liberarla de impurezas y prevenir su envejecimiento prematuro.
Vamos a explorar paso a paso la importancia de cada uno de los siguientes elementos clave en una rutina de cuidado facial:
Leche limpiadora: Limpieza en profundidad
La leche limpiadora, probablemente el primer producto que utilizaste en tu limpieza facial, ofrece una limpieza profunda de la piel. Es especialmente recomendada para pieles sensibles y/o deshidratadas, ya que además de limpiar, hidrata y arrastra todas las impurezas acumuladas durante el día, no solo el maquillaje.
En Esencia, para lograr una limpieza en profundidad, recomendamos extender la leche limpiadora por todo el rostro sin realizar masajes intensos, retirarla con kleenex y repetir el proceso dos veces, asegurándonos de eliminar el maquillaje por completo y limpiar a fondo.
Tónico: Equilibrio y preparación de la piel
El tónico ha sido un producto imprescindible en la rutina de limpieza facial durante mucho tiempo. Sin embargo, en ocasiones hemos dejado de prestarle la atención que merece debido a la aparición de nuevos productos como las aguas micelares, espumas de limpieza o aceites desmaquillantes. No obstante, el uso del tónico es esencial para equilibrar la piel, refrescarla, cerrar los poros y eliminar los últimos restos de suciedad, preparándola para recibir la hidratación y potenciando la penetración de los productos posteriores.
Es importante recordar que el tónico ayuda a regular el pH de la piel, ya que los productos de limpieza suelen ser ácidos. Además, su aplicación puede causar un ligero picor, indicando que está cumpliendo su función equilibradora. Los tónicos adaptados a pieles sensibles ofrecen propiedades calmantes a base de ingredientes como lavanda, rosas, caléndula, azahar o romero.
Se recomienda aplicar el tónico con algodones a toques o con suaves movimientos por todo el rostro, evitando utilizar papel, para asegurar una correcta absorción. Se debe usar tanto por la mañana como por la noche, sin excusas, después de cada ritual de limpieza.
La doble o triple limpieza coreana
En Esencia, apostamos firmemente por la doble o triple limpieza coreana debido a sus resultados efectivos. Esta técnica se basa en una limpieza en profundidad, utilizando diferentes productos en función de sus propiedades y funciones específicas. A continuación, describiremos los pasos necesarios para llevar a cabo esta rutina:
1. Desmaquillante bifásico
Para eliminar los restos de maquillaje, especialmente en zonas como los ojos y los labios. Esta etapa es importante, ya que estas áreas son más sensibles y a menudo llevan productos resistentes. En la triple limpieza, se utiliza un desmaquillante bifásico como primer paso, asegurando una limpieza suave y eficaz sin necesidad de frotar en exceso.
2. Limpiador con base aceitosa
Después de eliminar el maquillaje, se procede a limpiar a fondo todo lo que se haya acumulado en la piel a lo largo del día, como residuos de polución o tratamientos aplicados. Un limpiador con base aceitosa, como un aceite desmaquillante o un bálsamo, es ideal para retirar no solo el maquillaje, sino también otros productos como crema hidratante y protector solar, incluso si no llevamos maquillaje. Las leches y desmaquillantes son opciones adecuadas para esta etapa.
3. Limpiador con base acuosa
El último paso consiste en eliminar impurezas y células muertas generadas por nuestra propia piel. Aquí utilizamos un limpiador con base acuosa, como un gel o una espuma, para una limpieza profunda. Es importante recordar que el paso anterior ha retirado los productos aplicados anteriormente, por lo que ahora nos enfocamos directamente en la «piel desnuda». Esta etapa permite limpiar los poros, minimizar su apariencia y mantener la piel visiblemente más limpia.
En conclusión
Una buena rutina de cuidado facial no solo mejora la apariencia de nuestra piel, sino que también contribuye a su salud y bienestar a largo plazo. No subestimes la importancia de una correcta limpieza y elige los productos adecuados para tu tipo de piel. Recuerda que la constancia y el compromiso son clave para obtener resultados satisfactorios. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Preguntas frecuentes sobre la limpieza facial
¿Cuál es el orden correcto de una rutina de cuidado facial?
El orden adecuado es: limpiador desmaquillante bifásico, limpiador con base aceitosa, limpiador con base acuosa, tónico y luego los productos específicos como sueros, hidratantes y protectores solares.
¿Puedo usar el tónico en lugar del limpiador con base acuosa?
No se recomienda. El tónico no tiene la misma función de limpieza profunda que un limpiador con base acuosa. El tónico equilibra y prepara la piel después de la limpieza, pero no la limpia en profundidad.
¿Cuántas veces al día debo realizar mi rutina de cuidado facial?
Se recomienda realizar la rutina de cuidado facial dos veces al día: por la mañana, para preparar la piel para el día, y por la noche, para eliminar impurezas acumuladas durante el día y permitir que la piel se recupere durante el descanso nocturno.
¿Debo realizar la rutina de cuidado facial incluso si no uso maquillaje?
Sí, incluso si no usas maquillaje, es importante realizar la rutina de cuidado facial. La piel acumula impurezas y necesita limpieza y cuidado diario para mantenerla sana, equilibrada y protegida de los factores ambientales.