MEDICINA ESTÉTICA
Descubre el secreto para una piel radiante y rejuvenecida con los rellenos dérmicos de ácido hialurónico. Este tratamiento estético ofrece resultados inmediatos, suavizando arrugas y restaurando el volumen perdido en áreas clave del rostro. Con una fórmula segura y biocompatible, los rellenos dérmicos no solo aportan hidratación profunda, sino que también realzan tu belleza natural de manera sutil. ¡Transforma tu apariencia y recupera la confianza en ti misma con un procedimiento rápido y efectivo!
Este tratamiento es para ti si buscas los siguientes beneficios:
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Los rellenos dérmicos son tratamientos estéticos inyectables diseñados para recuperar el volumen y la juventud de la piel. Estos productos se introducen en las capas superficiales de la piel para suavizar arrugas, líneas de expresión y pliegues, así como para mejorar el contorno facial.
El ácido hialurónico es una sustancia natural presente en nuestro cuerpo, actúa atrayendo y reteniendo la humedad, lo que contribuye a una piel más hidratada y firme. Los rellenos dérmicos son especialmente efectivos en áreas como mejillas, labios y surcos nasogenianos, proporcionando resultados instantáneos que pueden durar desde varios meses hasta más de un año, dependiendo del tipo de producto utilizado.
Estos tratamientos son mínimamente invasivos, lo que significa que no requieren cirugía ni largos períodos de recuperación. Con la guía de un médico estético calificado, los rellenos dérmicos pueden ayudarte a lograr una apariencia más joven y rejuvenecida sin perder la naturalidad en tu rostro.
El tratamiento de rellenos dérmicos es un procedimiento estético no invasivo utilizado para suavizar arrugas, restaurar el volumen facial y mejorar la apariencia de la piel. Antes de la aplicación del relleno dérmico, el área a tratar se limpia cuidadosamente para evitar infecciones. Dependiendo de la sensibilidad de la zona, se puede aplicar una crema anestésica tópica para adormecer la piel y minimizar las molestias durante el procedimiento. En algunos casos, también se pueden aplicar inyecciones de anestesia local. El especialista marca suavemente con un lápiz dermográfico las zonas exactas donde se inyectará el relleno, lo que ayuda a guiar al profesional y garantizar que los resultados sean naturales y equilibrados. Usando una aguja muy fina o una cánula, el especialista inyecta el relleno dérmico en las capas superficiales o profundas de la piel, según las necesidades específicas del paciente. El relleno se inyecta cuidadosamente en las zonas previamente marcadas, y el profesional puede masajear ligeramente para distribuir el producto de manera uniforme.
Después del procedimiento, se proporcionan al paciente recomendaciones de cuidados post-tratamiento, como evitar la exposición al sol durante las primeras 24 a 48 horas, evitar tocar o masajear el área tratada de manera excesiva y no realizar actividades físicas intensas ni exponerse a calor extremo (como saunas) durante las primeras 24 horas. El paciente puede experimentar enrojecimiento, hinchazón o pequeños moretones, pero estos efectos desaparecen en pocos días.
El tratamiento consta de varios pasos que aseguran un tratamiento efectivo y seguro.
30-45 minutos
1 sesión y 1 revisión
Una semana
No es necesaria
No
Ideal para quienes desean un rostro más joven y voluminoso. Este tratamiento está diseñado para restaurar el volumen facial, suavizando arrugas y líneas de expresión, así como para rellenar las zonas hundidas o con pérdida de firmeza. También es perfecto para pieles maduras que buscan recuperar la plenitud y frescura, dejando el rostro con un aspecto más revitalizado, rejuvenecido y armónico.
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Valores que consideran las preocupaciones de nuestros pacientes:
Los rellenos dérmicos son altamente populares en la medicina estética debido a sus diversos beneficios, como suavizar arrugas y líneas finas, mejorando la apariencia facial de forma integral.
Estos productos permiten recuperar volumen en zonas específicas como mejillas, labios y ojera, aportando un aspecto rejuvenecido y saludable.
Se aplican mediante inyecciones aprobadas que no requieren cirugía ni largos periodos de recuperación, lo que los hace accesibles y prácticos para muchos pacientes.
Cada aplicación se adapta a las características únicas del paciente, logrando resultados naturales y armónicos que realzan la belleza de forma individualizada.
Los rellenos dérmicos ofrecen una manera eficiente de mejorar la confianza personal, incluso en casos de flacidez, gracias a sus efectos inmediatos y visibles.
Los pacientes tratados con rellenos dérmicos experimentan una notable mejora en la uniformidad de la textura facial, evidenciándose una reducción significativa en las arrugas y pliegues profundos. Además, se observa una optimización del contorno facial, logrando una piel más suave, firme y revitalizada, con un aspecto natural y rejuvenecido.
Los resultados pueden variar en función de las características individuales de cada paciente, incluyendo factores como el tipo de piel, la naturaleza de la condición tratada y la respuesta al tratamiento. Además, la efectividad está directamente relacionada con la cantidad de sesiones realizadas, la consistencia en su programación y el cumplimiento riguroso de los cuidados post-tratamiento recomendados. En la mayoría de los casos, se requiere un mínimo de 6 sesiones para obtener resultados óptimos y duraderos.
Los rellenos dérmicos son sustancias inyectables que se utilizan para restaurar el volumen facial, suavizar arrugas y mejorar la apariencia de la piel. Están diseñados para ser utilizados en diversas áreas del rostro, como las mejillas, los surcos nasogenianos, los labios y las líneas de expresión.
Los rellenos dérmicos funcionan al añadir volumen bajo la piel, lo que rellena áreas hundidas, suaviza arrugas y mejora el contorno facial. Dependiendo del tipo de relleno utilizado, pueden estimular la producción de colágeno en la piel, mejorando su firmeza y elasticidad a largo plazo.
El tratamiento es generalmente tolerable. Aunque puede haber una ligera molestia durante la inyección, se utiliza anestesia local o una crema anestésica para minimizar cualquier incomodidad. La mayoría de los pacientes no experimenta dolor significativo durante el procedimiento.
El tratamiento es generalmente tolerable. Aunque puede haber una ligera molestia durante la inyección, se utiliza anestesia local o una crema anestésica para minimizar cualquier incomodidad. La mayoría de los pacientes no experimenta dolor significativo durante el procedimiento.
Los resultados de los rellenos dérmicos suelen durar entre 6 y 18 meses, dependiendo del tipo de relleno y la zona tratada. Algunas áreas del rostro, como las mejillas o el área de los labios, pueden necesitar retoques más frecuentes que otras.
Es normal experimentar enrojecimiento, hinchazón o pequeños moretones en el área tratada. Estos efectos secundarios generalmente desaparecen en un par de días. En casos muy raros, los pacientes pueden experimentar una reacción alérgica o una infección, pero estos son poco comunes.
El tratamiento de rellenos dérmicos es rápido, con una duración de entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la cantidad de áreas a tratar. Al ser un procedimiento no invasivo, el paciente puede retomar sus actividades diarias inmediatamente después de la sesión.
Sí, la mayoría de los pacientes puede regresar a sus actividades diarias después del tratamiento. Se recomienda evitar ejercicio intenso o exposición al sol durante las primeras 24 horas, pero no se requiere tiempo de recuperación.
Después del tratamiento, es importante evitar tocar o masajear la zona tratada para no desplazar el relleno. También se deben evitar la exposición al sol, las altas temperaturas o las actividades físicas intensas durante las primeras 24 horas. Además, es recomendable mantener la piel hidratada y seguir las indicaciones de tu especialista.
Los candidatos ideales son personas que buscan mejorar la apariencia de su rostro, restaurar el volumen perdido por envejecimiento o corregir arrugas y pliegues. Es importante que el paciente esté en buena salud general y que sus expectativas sean realistas respecto a los resultados del tratamiento.