Tratamientos faciales

Tratamiento para pieles sensibles y reactivas

¿Sientes que tu piel reacciona con demasiada facilidad? ¿Ya no sabes qué hacer para eliminar esas antiestéticas rojeces? Si has respondido que sí a alguna de estas preguntas, el tratamiento para pieles sensibles y reactivas es para ti. Este protocolo está diseñado para abordar la sensibilidad de la piel de forma suave, efectiva y segura. Recuerda que la piel sensible es aquella que reacciona fácilmente ante factores externos como el clima, ciertos productos cosméticos o el estrés. También pueden influir factores internos e internos y externos (estrés, descanso, cambios hormonales, fluctuaciones hormonales o el ciclo menstrual) que aumentan la sensibilidad cutánea y favorecen la piel seca y la piel irritada. Además, las manifestaciones de una piel reactiva pueden variar de una persona a otra, por lo que es importante elegir un enfoque que se adapte a tus necesidades específicas. Nuestro compromiso es ayudarte a construir una rutina de cuidado coherente con productos de cuidado adecuados que respeten la función barrera.

Este tratamiento es para ti si buscas los siguientes beneficios:

efecto regenerador
Tono uniforme
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Diagnóstico y valoración gratis

INFORMACIÓN BÁSICA DE PROTECCIÓN DE DATOS: Responsable del tratamiento: LOSUELA, S.L. Finalidad del tratamiento: Gestionar la petición y, si nos autoriza, el envío de newsletters, comunicaciones comerciales y promociones. Legitimación del tratamiento: Interés legítimo y consentimiento del interesado/a. Conservación de los datos: Se conservarán mientras exista un interés mutuo o durante el tiempo necesario para el cumplimiento de las obligaciones legales. Destinatarios: Prestadores de servicio o colaboradores. Derechos: Derecho a retirar el consentimiento en cualquier momento. Derecho de acceso, rectificación, portabilidad y supresión de sus datos y a la limitación u oposición al su tratamiento. Datos de contacto para ejercer sus derechos: info@esenciaestetica.com

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¿Qué es la piel sensible y cuál es su fisiopatología?

A diferencia de lo que muchas personas piensan, la piel sensible no es un tipo de piel en sí, sino un estado cutáneo que puede afectar a cualquier tipo de piel, ya sea piel seca, pieles grasas o mixtas. También puede presentarse en piel mixta y piel con manchas, afectando a personas con piel de todas las edades. Esto significa que cualquier persona puede experimentar sensibilidad, independientemente de su tipo de dermis. La fisiopatología de la piel sensible se caracteriza por una combinación de mecanismos que contribuyen a síntomas como enrojecimiento, tirantez, picazón e inflamación. Entre los más importantes se encuentran:

  • Respuesta inmunitaria alterada: La piel sensible presenta una reacción exagerada ante estímulos que normalmente no causarían molestias. Existe una respuesta a estímulos aumentada con dolor en respuesta a estímulos inofensivos, generada por terminaciones nerviosas hiperreactivas. Esto se debe a una mayor actividad de las células inmunitarias como los mastocitos y linfocitos, que liberan mediadores inflamatorios como histamina y citoquinas, generando incomodidad y reactividad. En algunos casos hay liberación de histamina y participación del sistema inmunitario, documentada en estudios clínicos.
  • Alteraciones en el manto hidrolipídico: Este desequilibrio provoca una mayor pérdida de agua transepidérmica, reduciendo la elasticidad de la piel y permitiendo la entrada de irritantes y alérgenos. Cuando se altera la función barrera, la piel seca se agrava y aumentan las sensaciones desagradables. Esto puede desencadenar un ciclo de irritación e inflamación que deteriora la barrera cutánea y sensibiliza aún más la epidermis.
  • Factores genéticos y ambientales: La predisposición genética, los cambios bruscos de temperatura, la exposición al sol, el contacto con sustancias químicas agresivas o la falta de cuidados adecuados pueden alterar el equilibrio natural de la piel y agravar su sensibilidad. Los cambios de temperatura, los bruscos de temperatura, el calor y el frío, el aire acondicionado, la luz solar, el consumo de alcohol, otras enfermedades y ciertos productos químicos son factores desencadenantes.

Explicación del tratamiento

Comenzamos con una exfoliación suave en todo el rostro para limpiar tu piel, eliminando impurezas y células muertas que pueden obstruir los poros y afectar la salud de la piel. Este paso se realiza de forma muy delicada, pasando solo una vez por todo el rostro con movimientos suaves y ascendentes utilizando las yemas de los dedos, especialmente importante en pieles grasas y sensibles. Si existe piel seca o piel irritada, priorizamos texturas que respeten la función barrera para no irritar la piel. Luego, aplicamos una loción de Aloe Vera, conocida por sus propiedades calmantes, que ayuda a fortalecer la dermis y reducir el enrojecimiento. Dejamos que se seque suavemente para que la piel quede preparada para los siguientes pasos. Ajustamos maniobras para no estimular en exceso los vasos sanguíneos superficiales ni provocar respuesta a estímulos.

A continuación, aplicamos un tratamiento concentrado que masajeamos suavemente con las yemas de los dedos para mejorar su absorción. Este masaje se realiza de arriba hacia abajo, adaptando la presión a cada tipo de dermis. Luego aplicamos un tratamiento especial llamado cóctel, que también se masajea en la piel. Este masaje puede ser linfo-energético o remodelante, dependiendo de las causas de la piel reactiva y las necesidades individuales, ya que las reacciones pueden variar según cada persona. Si detectamos una piel reactiva, evitamos este paso para no agravarla. Si hay manchas oscuras o piel con manchas, podemos añadir activos anti-imperfecciones que no irriten la piel. Después, utilizamos la tecnología de alta frecuencia, que ayuda a purificar, oxigenar y fortalecer la piel, pero en el caso de piel reactiva, también se omite para evitar molestias. Seguidamente, aplicamos una mascarilla especial llamada Hidra-Azu, diseñada como un tratamiento facial hidratante, ideal para restaurar el equilibrio cutáneo. La dejamos actuar durante 15 minutos, mientras te realizamos un masaje suave en el cuero cabelludo o en las manos para promover una experiencia relajante y completa. Este enfoque de cuidado corporal (incluyendo manos y pies) acompaña el cuidado facial para mantener la piel confortable. Una vez pasado el tiempo, retiramos la mascarilla con una toallita tibia y secamos bien el rostro. Luego volvemos a limpiar tu piel con la loción de Aloe Vera, usando algodones, y secamos cuidadosamente con una toalla limpia. Para casa, te damos una rutina de cuidado con productos de cuidado suaves (como agua micelar) y protectores frente a luz solar para rostro y cuerpo. Al finalizar el tratamiento, te explicaremos cómo cuidar tu piel en casa, especialmente con una rutina adecuada mañana y por la noche, para prolongar los efectos obtenidos en cabina. Terminamos aplicando una crema especial para el contorno de ojos, masajeando muy suavemente para reducir la hinchazón. Finalmente, aplicamos la crema Hidra-Azu en todo el rostro, acompañada de un masaje relajante para que tu piel la absorba completamente, dejando el rostro luminoso, hidratado y calmado. Si notas sensaciones desagradables o señales de dolor ante estímulos inofensivos, revisaremos todos los productos para descartar productos químicos irritantes.

Protocolo

El tratamiento para pieles sensibles consta de varios pasos que aseguran un tratamiento efectivo y seguro.

Tiempo de la sesión

45-60 minutos

Número de sesiones

1 sesión por semana

Tiempo de recuperación

Sin tiempo de recuperación

Anestesia

No es necesaria

Tecnología avanzada

No se utiliza

¿Esto es para mi?

La piel reactiva es propensa a desequilibrios, y por eso requiere cuidados especiales que respeten su fragilidad. Si estás buscando una solución suave y efectiva que calme tu piel, proporcione una profunda hidratación de la piel y la deje con un aspecto más equilibrado y luminoso, este protocolo es definitivamente el adecuado para ti.

Además, si prefieres un tratamiento sin riesgo de inflamación ni efectos secundarios agresivos, este método ha sido diseñado para cuidar la dermis con la máxima delicadeza. Sus propiedades calmantes para dermis sensibles lo convierten en una excelente opción para reforzar la barrera protectora de la piel, mejorar su resistencia y confort. Este tratamiento también forma parte de una rutina de cuidado eficaz para eliminar las impurezas, reducir la inflamación y aportar los nutrientes esenciales que tu piel necesita. Su enfoque integral te ayudará a lograr una piel más uniforme, radiante y reducir visiblemente los signos de sensibilidad o irritación. Evita productos químicos que puedan irritar la piel y ajusta la rutina de cuidado durante el ciclo menstrual si notas más piel seca o reactividad.

Beneficios

cuida la barrera cutánea
MEJORA LA TEXTURA
calma la piel

Tipo de piel

Ventajas exclusivas

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¿Qué puedes esperar de este tratamiento?

Valores que consideran las preocupaciones de nuestros pacientes: 

Piel más calmada y relajada

El tratamiento está diseñado para reducir la inflamación y el enrojecimiento, proporcionando una sensación de alivio inmediato. Es un facial hidratante y calmante que actúa de manera efectiva sobre pieles sensibles. Ingredientes como el Aloe Vera, conocidos por su efecto calmante para pieles, ayudan a calmar la dermis, dejándola más tranquila, menos reactiva y visiblemente equilibrada. Es importante recordar que la piel reactiva puede ser impredecible y responder de forma exagerada a factores externos, por lo que este tipo de tratamiento está formulado para ofrecer confort y protección sin causar irritación. Al minimizar la respuesta a estímulos, disminuyen las sensaciones desagradables.

Durante el tratamiento, se aplican productos altamente hidratantes que penetran en la piel, ayudando a restaurar la humedad y la elasticidad. Esto es especialmente beneficioso para dermis sensibles que tienden a deshidratarse con facilidad. Una rutina de cuidado constante es clave para mantener la piel hidratada y preservar la función barrera.

Gracias a las mascarillas calmantes y los productos específicos, se puede notar una disminución significativa de la rojez y la inflamación en la piel. La dermis se ve más equilibrada, sin esos tonos rojizos o irritados. Evitar agentes irritantes (fragancias, productos químicos agresivos) ayuda a no irritar la piel.

La exfoliación suave elimina las células muertas de la piel, permitiendo que la piel se sienta más suave y tenga una textura más uniforme. Esto también facilita la absorción de los tratamientos aplicados a lo largo de la sesión. En piel con manchas, puede combinarse con activos anti-imperfecciones bien tolerados.

Tras el tratamiento, la piel suele lucir más fresca, radiante y revitalizada. Los productos aplicados ayudan a mejorar la circulación y promueven una piel más luminosa, dando un aspecto saludable y renovado. Además, al protegerse de la luz solar, se previenen nuevas molestias.

Las evaluaciones confirman los resultados

Los pacientes que se someten al tratamiento para pieles sensibles experimentan una notable mejoría en la uniformidad del tono de la dermis, con una reducción significativa de la rojez, irritación y reactividad. Además, se observa una optimización de la textura cutánea, logrando una superficie más suave, calmada y equilibrada. La piel se ve más fresca y revitalizada, con una apariencia general más saludable y tranquila. Con el tiempo, disminuye la hiperreactividad de las terminaciones nerviosas y mejora la percepción de señales de dolor. 

Los resultados pueden variar en función de las características individuales de cada paciente, incluyendo factores como el tipo de piel, la naturaleza de la condición tratada y la respuesta al tratamiento. Además, la efectividad está directamente relacionada con la cantidad de sesiones realizadas, la consistencia en su programación y el cumplimiento riguroso de los cuidados post-tratamiento recomendados. En la mayoría de los casos, se requiere un mínimo de 6 sesiones para obtener resultados óptimos y duraderos.

El cuidado de la piel sensible incluye una limpieza suave con productos de pH neutro, sin sulfatos ni perfumes, para evitar irritaciones. También implica hidratar la piel con cremas que fortalezcan su barrera dérmica, eligiendo activos como ácido hialurónico, ceramidas, avena coloidal o urea. Por último, la aplicación diaria de protección solar de amplio espectro es fundamental para proteger la piel del sol y evitar daños acumulativos. Usa agua micelar y limpiador suave (sin sulfato de sodio/lauril sulfato), y evita productos químicos que puedan causar irritación.

Si se sigue una rutina constante, los efectos son notables desde las primeras semanas. La dermis sensible requiere cuidados específicos para mantener su equilibrio. Con el tiempo, se vuelve más hidratada, menos reactiva y mejor protegida ante factores situacionales. Estos beneficios pueden mantenerse si se evitan agresores y se mantienen los hábitos adecuados. Evitar el calor y el frío extremos, la luz solar directa y el aire acondicionado continuo contribuye a reducir sensaciones desagradables.

Durante brotes más severos, se recomienda usar productos calmantes con activos específicos como avena coloidal o alantoína, que ayudan a aliviar la piel. También es clave evitar cambios bruscos en la rutina o productos fuertes. En casos persistentes, un especialista puede ajustar el plan de cuidado o indicar fórmulas más intensivas para restaurar el confort cutáneo. Revisa posibles factores desencadenantes (estrés, consumo de alcohol, otras enfermedades) con tu profesional.

Sí. Usar productos diseñados para piel reactiva y sensible es fundamental. Estos suelen estar libres de sulfatos, perfumes, aceites esenciales o alcohol, que podrían agravar la condición. Ayudan a proteger y reforzar la barrera cutánea, evitando reacciones indeseadas y mejorando la tolerancia a estímulos ambientales. Prioriza todos los productos diseñados específicamente para piel sensible y consulta puntos de venta de nuestros productos.

Sí, existen causas y tratamiento relacionados con la genética. Algunas personas nacen con una barrera cutánea más débil, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar sensibilidad. Además, factores situacionales como el clima, contaminación o ciertos alimentos pueden actuar como desencadenantes, empeorando la condición de la dermis. Entre los factores internos y ambientales destacan la luz solar y cambios térmicos, que pueden activar la respuesta a estímulos.

Sí. Es importante evaluar el estado de la piel para adaptar el tratamiento. No todas las sensibilidades son iguales; por ejemplo, las pieles mixtas con zonas grasas y secas necesitan fórmulas equilibradas. Identificar el tipo de dermis sensible ayuda a elegir productos adecuados y a evitar reacciones innecesarias. Así garantizamos que todos los productos de la rutina de cuidado refuercen la función barrera.

Sí. Es un enfoque ideal para tratar la piel reactiva en condiciones como la rosácea o la dermatitis. Estos tratamientos están diseñados para reducir la inflamación, minimizar posibles dolores y ofrecer una acción calmante para dermis con alta reactividad. En casos de piel irritada, planificamos cuidado facial y cuidado corporal para no irritar la piel.

Sí. Se pueden complementar con terapias como masajes drenantes o hidrataciones profundas, siempre que respeten la reactividad de la dermis. Este enfoque ayuda a mantener la piel en equilibrio y mejora su resistencia frente a agresores externos. La combinación con activos anti-imperfecciones en piel con manchas se valora caso a caso para mantener la piel estable.

Sí. Aunque los cuidados para dermis sensible son suaves, pueden mejorar la humedad de la dermis, reduciendo la sensación de aspereza, rugosidad o sequedad. Esto se traduce en una dermis más uniforme, elástica y con menos sensación de tirantez. En piel seca, reforzar la función barrera es clave para el confort.

Es clave cuidar la piel tras cada sesión. Se recomienda aplicar protector solar, evitar exfoliantes o agentes irritantes, y mantener una buena rutina de cuidado. Así, se preservan los beneficios obtenidos y se protege la dermis de posibles recaídas. Si aparecen sensaciones desagradables, revisaremos todos los productos y ajustaremos productos de cuidado.

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