Cuando hablamos de masajes, la mayoría de personas piensan directamente en masajes corporales o en la espalda. Sin embargo, también se realizan muchos masajes faciales y sus beneficios son muy variados.

Los masajes faciales ayudan a relajar los músculos de la cara y a mejorar la circulación de la zona. Gracias al aumento del flujo sanguíneo, conseguimos que los tratamientos que aplicamos posteriormente se absorban mejor.

Cuando tonificamos los músculos, también mejoramos la oxigenación y ayudamos a que las líneas de expresión se difuminen, sobre todo cuando las sesiones son continuadas.

Hay muchas maneras distintas de realizar masajes faciales, y no todas deben aplicarse de la misma manera porque cada tipo de piel es distinta.

Por ejemplo, no podemos ejercer demasiada presión sobre las pieles grasas porque podríamos sobre-estimular las glándulas sebáceas y hacer que provoque más sebo. En estos casos, conviene limitar ciertos movimientos y optar por métodos más suaves que trabajen solo las zonas que no son conflictivas.

En la mayoría de casos trabajamos los masajes faciales empleando las manos, pero para tratar ciertas dolencias o conseguir algunos beneficios específicos, podemos apoyarnos en el uso de manipulos de aparatología. También se pueden emplear rodillos faciales y otros objetos.

Los masajes faciales ofrecen beneficios indiscutibles para relajarnos, pero también tienen beneficios sobre la piel que pocas personas conocen. Gracias al movimiento fisioactivo de las manos, estimulamos las distintas capas de la piel y de los músculos.

Si ejercemos la presión y el movimiento adecuado, podemos trabajar los músculos de la cara para conseguir el beneficio deseado, como por ejemplo, combatir las arrugas y líneas de expresión.

Además, los masajes faciales ayudan a mejorar la absorción de los cosméticos que apliquemos después. Por eso, lo ideal es aplicarse un pequeño masaje facial todas las noches para revitalizar los músculos y mejorar la eficacia de nuestras cremas.

No obstante, si quieres disfrutar de estos beneficios de forma segura y realmente eficaz, te recomendamos que acudas a un especialista que valore tu caso.

Al igual que el resto de masajes, la aplicación de cierta presión sobre la piel y los músculos, acompañada del correcto movimiento, nos ayuda a tonificar los músculos, mejorar la circulación y oxigenar los tejidos.

Sin embargo, existe específicamente un masaje reafirmante que nos ayuda a tratar la flacidez y las arrugas. Pero, ¿cómo consigue el masaje reafirmante rejuvenecer la piel? Muy fácil. Los músculos pierden su tonicidad con el tiempo debido a la edad y la falta de actividad sobre ellos, lo que provoca su caída. Si recuperamos la actividad sobre ellos, ya sea a través del ejercicio físico allí donde se pueda, o a través de los masajes manuales, podemos trabajar los músculos para que estos recuperen su fuerza y firmeza.

En consecuencia, gracias a los masajes reafirmantes conseguimos rejuvenecer el rostro o la parte del cuerpo que trabajamos en cuestión.